Reflexiones
Entro en la fase final de esta formación sobre el Flipped Classroom con una serie de sentimientos encontrados.
Por una parte me siento contenta, pues me doy cuenta de que, aún sin haber recibido anteriormente la formación adecuada, ya concebía este nuevo enfoque metodológico como algo positivo, sin saber siquiera que se trataba de una de las tendencias más innovadoras del momento. Ya utilizaba material virtual para mis clases, acompañado de las fichas que yo misma elaboraba, desde hace bastantes años. Siempre he visto que era la mejor forma de hacer que los alumnos aprendieran, y cada vez que programaba una actividad, intentaba alejarme del método con que a mí me enseñaron, que en realidad no me enseñaba nada, sino que aprendía por mi cuenta, haciendo otras cosas. Son estas otras cosas las que intentaba hacer a los alumnos, ideando actividades que los llevaran por el mismo camino. Y sí, me daba resultado en cierto modo. Digo en cierto modo porque no todos los alumnos encajan en este nuevo enfoque. En todos estos años, he visto que solo los alumnos más responsables son los que verdaderamente han aprovechado mi enseñanza. No todos los alumnos tienen la misma predisposición al trabajo y, puesto que se trata de que sean ellos los que confeccionen su aprendizaje haciendo, aquellos que no están por la labor no han avanzado tanto como esperaba; aunque en general, la mayor parte del grupo se ha implicado siempre y he visto un gran progreso desde el principio al final del curso (soy profesora interina, y casi cada año cambio de instituto. Sé cómo me encuentro a los alumnos y cómo me los dejo después de haber trabajado con este nuevo enfoque, pero al año siguiene, vuelta a empezar).
Aunque sí ha sido muy satisfactorio el avance de los alumnos en general, luego viene la parte negativa, esa en la que te llueven las quejas por todos lados: que si es mucho trabajo, que si estoy castigado sin móvil y sin ordenador...; que los padres, tanto como los hijos, creen que el ordenador o el móvil son solo un juego y que hay que ser más serios, libros-lápiz-papel. O cuando el vídeo se queda abandonado en la plataforma como los anuncios en el intermedio de una película. Y ves que has echado horas y horas trabajando para ellos para que no se valore el esfuerzo y siga contando más lo que se avanza en el libro de texto, que con tantas "tonterías" no ha sido demasiado...
A pesar de todo esto, recompensa ver que el avance de los alumnos es superior, olvidas todos los inconvenientes y sigues adelante.
En este curso he aprendido muchísimas cosas (los tableros colaborativos, nunca había tenido un blog, lo del twitter me parece un poco lío y no me sirve mucho para el trabajo; bastantes aplicaciones utilísimas como el soudcloud o las de vídeo, posters interactivos...). Pero estoy acabando agotada porque solicité dos cursos pensando que me darían uno u otro (de la Junta y del Ministerio), ¡y me han dado los dos! No doy abasto entre cursos y trabajo.
Otra cosa que me ha llamado la atención (en el otro curso estamos haciendo un trabajo en grupo) es que se aprende muchísimo en los trabajos colaborativos, porque me doy cuenta de que trabajo con colegas que tienen una formación muy importante y me están enseñando mucho en cuanto a organización, elaboración de la tarea, y me obliga a estar a la altura. Pero lo dicho, estoy acabando agotada.
Y bueno, tengo que seguir trabajando, así que, acabo con mis reflexiones y sigo adelante.
¡Saludos!
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